"EL PODER DE LO QUE ESPERAMOS DE LA OTRA PERSONA ES TAN GRANDE,QUE POR SI MISMO,PUEDE CONDICIONAR SU COMPORTAMIENTO,LA IDEA QUE TENGO ACERCA DE LAS POSIBILIDADES QUE TIENE LA OTRA PERSONA DE APRENDER SE COMUNICA A ESTA INCLUSO SI NO LA EXPRESO EN PALABRAS" EFECTO PIGMALION
domingo, 1 de agosto de 2010
LAS CINCO MENTES DEL FUTURO
Existirán fuerzas poderosas en el horizonte del siglo XXI, fuerzas que tendrán un gran impacto sobre la educación en las próximas décadas. Primero se deben resaltar las cinco mentes que me parecen más importantes para el futuro, el tipo de mentes que como educadores necesitamos cultivar en los niños y, por supuesto, el tipo de mentes sobre las que debemos ser capaces de dar ejemplo , para que los jóvenes sepan lo que significa tener una mente sintetizadora o ética. HOWARD GARDNER
La Humanidad está construyendo ante nuestros ojos una Era donde todo el conocimiento estará libremente disponible para todos, según lo anticipa Isaac Mao en su artículo "Sharism: A Mind Revolution, donde la clave de la inteligencia será el compartir en el más amplio sentido.
El descubrimiento de que la inteligencia se puede mejorar es un avance comparable al descubrimiento de la agricultura. Podemos “cultivar” la inteligencia como nuestros antepasados prehistóricos empezaron a cultivar alimentos.
Durante décadas la visión estándar de la inteligencia es que tenemos un ordenador en nuestra mente/cerebro. Si el ordenador funciona bien, somos inteligentes y hacemos todo de forma inteligente; si funciona regular, somos mediocres; si funciona mal, somos tontos y no hacemos nada bien. Las inteligencias múltiples dicen que tenemos varios ordenadores, siete, ocho, nueve ordenadores. Estos ordenadores son relativamente independientes los unos de los otros, así que podemos tener aptitud para algo, digamos la música, ser regulares en otra cosa, como las matemáticas, y dársenos mal otra, por ejemplo, entender a las personas o lo contrario. Así que en vez de tener una única mente y una única inteligencia, creo que se describe mejor al ser humano como poseedor de varios ordenadores y el hecho de ser bueno con uno, no garantiza que uno vaya a ser bueno o malo con otros ordenadores
La teoría de las inteligencias múltiples se presentó hace más de veinticinco
años, y en estos años se han introducido varios cambios sobre los que hemos escrito en diferentes publicaciones. Es más, este año, en 2009, hemos publicado un libro titulado “Múltiple Intelligences Around the World” [Inteligencias múltiples en todo el mundo]. En él hablamos sobre 15 países diferentes y cómo se han aplicado las distintas ideas. Pero hoy simplemente quisiera mencionar dos afirmaciones científicas
y dos educativas.
La primera afirmación científica es que todo el mundo tiene estas inteligencias,
es lo que nos hace humanos. Una rata puede tener más inteligencia espacial, su
ordenador puede tener más inteligencia lógico-matemática, pero nosotros somos las criaturas que tienen inteligencia musical, inteligencia lingüística, inteligencia
interpersonal, etc. Así que todas las personas que conocen, todos los alumnos, todos los educadores tienen estas ocho o nueve inteligencias. Sin embargo, hay una segunda afirmación que es que no hay dos personas, ni siquiera gemelos idénticos, que tengan exactamente el mismo perfil de inteligencias. Porque aunque se pueden tener los mismos genes, como en el caso de los gemelos, no tenemos las mismas experiencias. Es más, con frecuencia los gemelos quieren diferenciarse y, por esa razón, entre dos personas vamos a encontrar diferencias en las inteligencias y sólo podemos identificarlas si las estudiamos detenidamente. Eso es todo lo que quería subrayar en cuanto a las afirmaciones científicas.
También hay dos afirmaciones educativas. La primera es que siempre que sea posible, deberíamos individualizar la educación. Esto significa que deberíamos
enseñar a cada persona, niño o persona mayor las cosas de tal forma que las pueda aprender y sea capaz de mostrar lo que ha aprendido. Hay un grupo que siempre ha recibido una educación individualizada y es el de los acaudalados, pues los ricos contrataban a tutores y el tutor tiene que trabajar con el niño que sea y no puede decir “este niño no está aprendiendo, denme otro”. Así que, por necesidad, el tutor individualiza la enseñanza. Eso no ha sido posible hasta ahora porque los docentes tienen muchos alumnos. Sin embargo, los ordenadores, por primera vez en la historia de la humanidad, posibilitan que se pueda individualizar la enseñanza para, prácticamente cualquiera, porque los ordenadores son muy pacientes, pueden presentar las lecciones de muchas formas diferentes, si una no funciona, pueden hacerlo de otra. Pueden diversificar, pueden proporcionar representaciones múltiples, pueden enseñar a una persona a través del lenguaje, a otra a través de lo espacial y a otra mediante el debate interpersonal. Así que existe ahora la posibilidad de individualizar la educación, mucho más que en el pasado. La segunda afirmación educativa está relacionada con la anterior. Y es que cualquier cosa que pensemos que es importante, que se necesita enseñar a todos o a muchas personas, se debería enseñar de muchas formas diferentes. Así que si se quiere enseñar álgebra o cómo hablar en público o cómo analizar una fuga o sobre los principios del marxismo o los de la democracia, no hay que hacerlo sólo de una forma forma, no sólo a través de una ponencia o con un libro de texto, sino que se puede representar, contar chistes, mostrar vídeos, interactuar.
¿CUALES SON LAS MENTES QUE SE DEBEN POTENCIAR A TRAVES DE LA EDUCACION EN ESTE MILENIO Y MAS ALLA?
Mentalidad disciplinada
En la mayoría de los colegios se enseñan sólo contenidos que se deben aprender de memoria, critica Gardner; es decir, qué rey siguió a qué reina, qué año pasó tal cosa, cuántos planetas hay en el Sistema Solar. ¿Eso es el pensamiento disciplinado? No, responde el psicólogo en su libro.
Piensa que a los jóvenes no se les enseña a pensar de una manera disciplinada. Para lograr eso, dice, los educadores deben hacer que el niño, el adolescente, entienda lo que se le está enseñando y hacerlos practicar. Como los contenidos son invenciones del ser humano, el cerebro no está preparado para aprenderlos de manera intuitiva.
Por ello, para este profesor de Harvard, las mediciones internacionales carecen de sentido. Pruebas como PISA, escribe Gardner, entre más se centren en memorización de contenidos y lejos de una forma de pensar disciplinada, más anacrónicas serán.
Para él, en esta era digital donde la información es infinita, la formación de una mente disciplinada se hace más importante y necesaria. Ello, porque los estudiantes con conocimientos sobre una disciplina serán capaces de buscar qué es importante y descartar lo que no resulte importante dentro de la gran cantidad de información disponible en la red.
Mentalidad sintetizadora
La síntesis es necesaria para unir cosas que se encuentran dispersas, pero que una vez juntas cobran un sentido desconocido. Howard Gardner pone un ejemplo: dice que uno de los mayores sintetizadores de la historia fue el naturalista inglés Charles Darwin. "Su mentalidad es la que necesitamos hoy. Y es una de las mentalidades más importantes que necesitaremos para el futuro".
La mentalidad sintetizadora se da cuenta de que hoy en día estamos inundados de información. Gardner señala que si se busca la palabra "evolución" en internet, se podría pasar toda la vida leyendo fuentes secundarias, muchas de ellas de cuestionable valor, por lo que se necesita de un criterio formado para decidir a qué poner atención y qué ignorar. Para poder sintetizar la información, ésta se debe unir de la forma más coherente para que tenga sentido y pueda ser transmisible hacia otras personas.
En una de las charlas que Gardner ha dado al respecto, un docente entre el público levantó la mano y preguntó: "¿No es acaso sintetizar lo que han hecho los profesores desde siempre?". "Creo, al igual que usted, que hemos estado en el negocio de sintetizar por años, pero no nos hemos dado cuenta ni nos hemos puesto a pensar de lo importante que es y de cómo podemos ayudar a otras personas a convertirse en mejores sintetizadores", contestó.
Mentalidad creativa
Esta mentalidad, según el autor, está personificada por Einstein en las ciencias, y por Virginia Woolf en las artes. Las personas creativas son aquellas a quienes se les ocurren cosas nuevas, las cuales con el tiempo son aceptadas. Gardner dice que si una idea o un producto son fácilmente aceptados, entonces no son creativos.
Cree también que no se puede ser creativo sin dominar al menos una disciplina, arte u oficio, "y la ciencia cognitiva nos enseña que, en promedio, toma alrededor de 10 años dominar un oficio". Si bien Mozart escribió música excelente a los 15 años, explica, fue porque comenzó cuando tenía cuatro o cinco. La misma historia ocurrió con Picasso.
Gardner escribe que las personas que son creativas toman oportunidades, asumen riesgos, no tienen miedo a caerse y son ellas mismas las que se levantan y se preguntan: ¿qué puedo aprender de esto?.
Dice que muchas veces le han preguntado cómo hacer para que las personas sean creativas. Su respuesta es siempre la misma: "Es mucho más fácil prevenir que alguien sea creativo, a hacer que alguien lo sea". ¿Cómo se previene?, se pregunta: "diciéndoles a los niños, a los jóvenes, que hay sólo una respuesta correcta y castigando al alumno si es que contesta la respuesta incorrecta. Eso nunca fomenta la creatividad".
Las personas creativas, dice, cambian con sus trabajos la forma de pensar y de actuar de quienes los rodean.
Mentalidad respetuosa
Gardner señala que ésta es una de las mentalidades más fáciles de explicar, pero ello no significa que sea fácil de lograr.
Dice que en esta mentalidad, la misión más grande recae en los educadores, puesto que si se pretende enseñar a personas a que respeten a su prójimo, se deben proveer modelos y ofrecer una educación que fomente una postura favorable al respecto. Ello, sobre todo, cuando el poder de las relaciones es asimétrico.
En el mundo complejo en el que vivimos, dice el psicólogo, deberíamos, siempre que sea posible, dar prioridad al respeto por esas personas que tienen un origen y creencias distintas a nosotros, y esperar que ellas devuelvan la misma actitud.
Mentalidad ética
Esta mentalidad requiere de un nivel de abstracción mayor que todas las anteriores. Gardner explica que estar en el mundo implica un gran trabajo de pensamiento.
"Una mentalidad ética no dice: ¿cómo debe comportarse Howard Gardner con otras personas? Lo que sí dice es: Yo soy un trabajador, en mi caso un profesor, escritor, científico y soy un ciudadano, en mi caso de mi universidad, de mi comunidad, de mi nación, de todo el mundo, entonces, ¿cómo debiera comportarme?".
De esta manera, la mentalidad ética se refleja en distintos roles que llevamos a cabo y cómo los resolvemos. "Me gustaría vivir en un mundo caracterizado por el buen trabajo", escribe Gardner. Para él, el "buen trabajo" encarna la excelencia, el compromiso y la ética.
Explica que el desafío radica en unir estos tres conceptos. Sobre todo hoy, cuando las cosas cambian rápido, cuando nuestro sentido del tiempo y del espacio se ve muchas veces alterado por la tecnología, cuando los mercados son muy poderosos y no existen fuerzas capaces de moderarlos. Es ahí donde recae el desafío del "buen trabajo".
La propuesta de Howard Gardner apunta, en suma, a una educación -durante el período escolar y en la enseñanza superior y, posteriormente, a lo largo de la vida- que forma, cultiva, desarrolla y amplía las capacidades que vendrán demandadas por una sociedad globalizada, articulada en torno a flujos de información, que usa intensamente el conocimiento especializado y cuya sobrevivencia (sustentabilidad se dice ahora) dependerá de la innovación, el diálogo entre culturas y formas de vida diferentes, el control de los riesgos manufacturados por la civilización capitalista y el ejercicio responsable de los derechos y las libertades que la democracia expande continuamente.
A su turno, el desafío para los sistemas educacionales es cómo expresar y medir la adquisición de estas capacidades mediante adecuados estándares evaluativos y cómo organizar su formación y desarrollo mediante un currículo que logre moldear, simultáneamente, mentes disciplinadas, sintetizadoras, creativas, respetuosas y éticas en una población de alumnos con diversos talentos y diferentes orígenes socio-económicos y culturales. En este punto de la encrucijada en que debemos ubicarnos, de frente a este gran desafío que redundara en el crecimiento y la potenciación de los cerebros de nuestros niños del tercer milenio
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