martes, 3 de agosto de 2010

DIMORFISMO CEREBRAL: CEREBRO FEMENINO-CEREBRO MASCULINO




«La SABIDURÍA se da como el resultado de la interacción de la PERCEPCIÓN con el ANÁLISIS; de la IDEA con la CIENCIA; del IDEALISMO con el MATERIALISMO; del hemisferio derecho con el hemisferio izquierdo; es decir, de la interacción del Principio Masculino Universal con el Principio Femenino Universal”

LA CORTEZA CEREBRAL MASCULINA ES DIFERENTE DE LA CORTEZA CEREBRAL
FEMENINA.


Cada una de ellas representan el estallido de la EVOLUCION como especie humana.
No son ni mejores ni peores los cerebros de hembras y machos, tan solo son diferentes, la naturaleza los doto de ciertas zonas que se desarrollan y evidencian de acuerdo al sexo.
Al igual que la complementariedad de ambos hemisferios cerebrales, los cerebros que corresponden al hombre y la mujer respectivamente han tenido que desarrollar ciertas zonas especializadas de acuerdo al rol que desempeñan varon o mujer a traves de la historia de la Humanidad.

Que los hombres y las mujeres presentan diferencias cognitivas es un hecho bien conocido. Ellos cuentan con una visión espacial más desarrollada que ellas, que se desenvuelven mejor en tareas relacionadas con la función verbal. No obstante, la Ciencia apenas está empezando a observar en qué zonas del cerebro radican estas disparidades.
Una importante disimilitud la han señalado científicos españoles en un estudio que publica esta semana PNAS. En el artículo, los investigadores aseguran que las conexiones sinápticas (estructuras especializadas que comunican entre sí las neuronas) en el neocórtex temporal masculino son un 30 por ciento más numerosas que en el caso de las mujeres. Esta zona está relacionada con ciertos procesos emocionales y de índole social. También se estima que en el neocórtex temporal reside la «teoría de la mente», la capacidad del ser humano para suponer o anticipar las reacciones de los demás a hechos futuros. Pese a que es la primera ocasión en que se comprueban diferencias a nivel sináptico, «esto no significa que las mujeres sean menos inteligentes, simplemente que ese área del cerebro es diferente entre sexos», señala a ABC Javier DeFelipe, coautor de la investigación y miembro del Instituto Cajal del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Para comprender cómo los circuitos neuronales contribuyen en la organización de la corteza cerebral necesitaríamos un detallado análisis ultraestructural de las conexiones neuronales, algo de lo que no se dispone por el momento.
Aunque existen diferencias cerebrales entre sexos, no están relacionadas con la capacidad intelectual
Efectivamente, diversos estudios han demostrado que características como el peso o la densidad de las conexiones cerebrales no son determinantes en el desarrollo intelectual del individuo. «No hay un cerebro bueno para todo. Hay genios para la música o el arte que son un desastre en otros ámbitos», explica el neurocientífico del CSIC.
Casi por casualidad
Aun con la misma capacidad, todo apunta a que existe una naturaleza estructural en las diferencias cognitivas entre sexos. Como en tantas ocasiones, el descubrimiento tuvo un origen casi fortuito: «Estábamos analizando las diferencias entre el cerebro de los animales y el del ser humano, -relata DeFelipe- hasta que reparamos en que las desigualdades sinápticas en el neocórtex temporal eran muy significativas entre géneros». Otras magnitudes analizadas, como el grosor de la corteza o el número de vasos sanguíneos, no resaltaron disparidades apreciables. La investigación se llevó a cabo sobre ocho biopsias, cuatro de cada sexo, procedentes de pacientes aquejados de epilepsia. En cualquier caso, a los expertos no les cabe duda; las diferencias son notables y «están presentes en todos los casos», lo que les lleva a pensar que los resultados se engrosarán a medida que se aumente el número de muestras.
Sin embargo, sería un error extrapolar estos datos al resto de las partes del cerebro. Al respecto, DeFelipe cree que «las mujeres seguramente tengan más densidad de sinapsis en otras regiones corticales» y que no se tendrá una visión de conjunto hasta que no se hayan realizado más trabajos de este tipo. No es tarea fácil. Para este tipo de estudios se precisa de tejido cerebral en buen estado, ya que las conexiones sinápticas se deterioran rápidamente tras la muerte. Algunos artículos han evidenciado que, a simple vista, el dimorfismo sexual en el cerebro se manifiesta en ciertas regiones corticales, en el sistema paralímbico y en la densidad de la materia gris en los lóbulos parietales. Lamentablemente, la dificultad de acceso al tejido cerebral supone una barrera a la investigación a escala microscópica. Esta circunstancia limita cualquier conclusión derivada del trabajo ya que «sólo hemos investigado la parte anterior del lóbulo temporal y el cerebro tiene una estructura heterogénea», matizan desde el CSIC.
¿Sólo en humanos?
A la espera de que posteriores investigaciones esclarezcan el panorama, parece que otros mamíferos no acusan este fenómeno. Y es que, este mismo año, un equipo científico del Colegio de Medicina de Boston publicaba una investigación en Neuroscience en la que sostenía que la densidad sináptica del cerebro entre monos de distinto sexo era igual


Investigaciones PALEOANTROPOLOGIA Y NEUROCIENCIA
"LA EVOLUCION DE LOS SEXOS" PROF. LAURA CEJAS

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